Un descubrimiento tan valioso y poco esperado, el llegar de una persona que pocos han soñado, es una serendipia el regalo de la vida, que se nos brinda a cada uno con esperanza de vivirla.
Tan linda que es la lluvia y lo poco que apreciamos ese aroma tan rico que a nosotros a llegado, no sabemos distinguir el petricor de la misma, que no nos damos cuenta que es la definición la que lo dicta.
Y así de hermosa y complicada es la vida que se vuelven inexorables los errores que cometemos, tenemos que saber cuándo parar para así no tener que lamentarnos de ellos.
Somos personas y nos equivocamos pero quién iba a decir cuando no lo pensamos, así de inefable son nuestros pensamientos que dictan las acciones más oscuras en ciertos momentos.
Aveces pensamos en volar y sin darnos cuenta dejamos de pensar en los demás, ser libres como un anacoreta estar apartado y lejos de los problemas, pero llega un punto donde no sabemos distinguir si es algo valioso o una penitencia a punto de su fin.

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